Los niños que tienen
necesidades educativas especiales, son aquellos alumnos que necesitan
medidas especificas de apoyo, puesto que el su ritmo de aprendizaje
al ser distinto al resto de sus compañeros. Cuando los alumnos
cursan educación infantil y primaria, los equipos de orientación de
los centros son los que reconocen y valoran las necesidades
educativas de los alumnos en cada caso lo requiera. La escolarización
de estos niños se rige por el principio de inclusión y normalizada
de los centros ordinarios que suma con apoyos y recursos específicos
teniendo en cuenta la discapacidad o trastorno del alumno.
Una de las necesidades
educativas especiales que se integran en los centros ordinarios tiene
que ver con la discapacidad auditiva.
Hoy en día se entiende
por discapacidad auditiva o sordera, cualquier pérdida o diferencia
auditiva tanto si esa pérdida es leve o profunda.
Esta función auditiva nos
permite estar en contacto continuo con la realidad, mantenernos en
disposición continuo de analizarla, entenderla aprenderla, entre
otras, inclusive estando dormido manteniendo una función de alerta que hace tomar conciencia del estado, Todo déficit auditivo hace que haya una mayor dificultad en el conocimiento y de las posibilidades de relacionarles con el entorno. De ahí que la falta de audición sobrepase el ámbito solamente del lenguaje.
Para el maestro, que pueda tener algún alumno con la discapacidad auditiva, sería bueno que tuviera algún conocimiento sobre la escucha, entender la ausencia auditiva de los niños y las implicaciones, que por sus características, conlleva y, sobre todo, será de gran utilidad conocer toda la complejidad y riqueza personal que el alumno encierra para poder ofrecer una ayuda efectiva.
Desde el punto de vista de la educación, los alumnos y alumnas con discapacidad auditiva, se puede clasificar en dos grupos grandes: hipoacúsicos y cofóticos. Los alumnos con hipoacúsicos son niños con audición deficiente que, bien que necesitan prótesis, pueden adquirir el lenguaje por vía auditiva. Cofóticos o, también llamados sordos profundo, son los alumnos y alumnas cuya audición no es funcional para la vida diaria y no puede adquirir el lenguaje oral por la vía auditiva, aunque tengan una buena amplificación. Para los niños que tengan sordera profunda, la vista se convierte en el principal canal de comunicación.
Hay una serie de parámetros para saber el grado de deficiencia que se tiene, si es entre 20 y 40 decibelios puede pasar inadvertida. Por encima de los 40 decibelios se suele usar prótesis aunque se puede seguir adquiriendo la oral por medio de la vía auditiva. Si el umbral supera los 70 decibelios es necesaria la intervención del logopeda para lograr un lenguaje estructurado y a partir de los 90 decibelios es cuando la deficiencia auditiva se considera profunda.
Los elementos que ayudan a los alumnos a que se adapten a la escuela son:
- Los audífonos: son aparatos externos de uso personal que captan la señal sonora a través de un micrófono que la procesa y amplifica para hacerla llegar al paciente de forma que pueda ser mejor percibida por su capacidad auditiva. Al igual que la gafas, los audífonos tienen muchos tipos y no se pueden elegir de forma aleatoria según su tamaño o el precio, deben estar perfectamente adaptados a las características de la ausencia auditiva.
- El implante coclear: trabaja de forma totalmente distinta. No funciona como un amplificador del sonido, es más bien una prótesis que transforma las señales acústicas en señales eléctricas. Se compone de diferentes partes externas, como el micrófono, procesador y receptor, e internas, consta de un receptor y electrodos. Esto se hace mediante una operación quirúrgica se introduce en la cóclea los electrodos que sustituye en las células ciliadas dañadas.
Ademas de los aparatos, hay otro método que es la lectura labial.
La lectura labial o capacidad de leer en los labios del interlocutor, es un complemento necesario y eficaz que contribuya a mejorar la comprensión e inclusión social del alumno que tenga discapacidad auditiva. La lectura labio-facial o labio lectura es la capacidad de interpretar el mensaje de un interlocutor por medio de los movimientos articulados des sus órganos articulatorios, es decir, la expresión facial y corporal.
Aunque se denomine lectura labial, no exclusivamente son los labios los que ofrecen información, también todos los órganos articulados visibles como puede ser los labios, lengua y la expresión y tensión facial como la corporal. Es una habilidad enredada, puesto que gran parte de los movimientos articulados no son visible o no son percibidos.
Este es uno de los métodos que se esta empezando a introducir en la educación actualmente.
Como conclusión, esto es más una opinión propia, la lectura labial es uno de los métodos que se debería de usar más en las escuelas, aunque suponga un coste más para la escuela, pero la educación de los niños no debería de tener precio.
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ResponderEliminarBuenas tardes Fernando, tu post me resulta de gran interés debido a que la escuela infantiles se tienen que adaptar a todos los alumnos que quieran formar parte del centro o por si le surge alguna necesidad educativa especial a algún alumno que ya forme parte del centro es decir que no encuentren ningún tipo de barreras. En estos casos es donde mejor se ve la integración y la inclusión escolar: la integración escolar permite el acceso a la escuela ordinaria de los niños con necesidades educativas especiales, proporcionándoles las ayudas necesarias para que pueda incorporarse del mejor modo posible a la actividad escolar. La inclusión educativa presenta alguna diferencia, pretende ofrecer una educación de calidad para todos los alumnos independientemente de sus características o necesidades. En la escuela inclusiva todos caben y a todos debe y puede apoyar.
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